Etapa 3: Sax-Caudete

Distancia etapa: 29.2 km
Distancia acumulada: 73 km

Esta mañana he salido un poco tarde, me daba pena dejar Sax.. El camino ha ido muy bien, el primer tramo hasta santa eulalia ha sido hasta fresquito, y después de media hora han cogido tono todos los músculos que tenía agarrotados y he alcanzado una velocidad de crucero muy buena, así que con muchos ánimos me he plantado en santa eulalia en seguida.

A partir de este punto el paisaje era un poco raro pero interesante, rodeado de matojos (los culturetas lo llamarían sotobosque) y acompañado de forma esporádica de los siempre presentes conejos, lagartijas y ciclistas. No se que es mas abundante ni mas molesto, la verdad. El camino en si era cómodo, a base de tierra compacta hasta que me he encontrado… Un tramo de calzada romana!!! Alucinante!! En medio de ninguna parte, unos 20 metros de calzada a base de losas de piedra y cantos rodados apisonados, incluso se veían las marcas de las rodadas de carros.. Me he quedado impresionado, recorriendola de un lado a otro.. Ya sabéis lo freaky que soy con la historia y los romanos…

En fin, después de ese momento intimo entre la calzada y yo, y cerca de villena, ha surgido de la nada un acequion inmundo a mi izquierda de cerca de un kilometro infestado de mosquitos y no se que otras alimañas (Miguel angel, a ver si hacemos algo) y al terminar había una pinada muy agradable, con mucha sombra y … Una ardilla!!! Jajaja!! Eso si que no me lo esperaba! Me he quedado casi tan sorprendido como ella, hasta le he hecho una foto (no miento, Jaime la ha visto). Creo que me he encontrado ya con la mitad de la fauna ibérica, aunque creo que prefiero no ver a mas vertebrados superiores ibéricos, los que quedan tienen todos cuernos o colmillos.

Al poco he llegado a villena, y nada mas entrar en el pueblo me para un tipo y me dice «estas haciendo el camino?» me han entrado ganas de meterle la vieira profundo por el ojete, porque la verdad, creo que cumplo todos los tópicos de peregrino. En fin, me ha deseado mucha suerte y me ha dado un abrazo eufórico al que he respondido can la desgana propia de llevar ya 12 km a mis espaldas. He descansado en la plaza del ayuntamiento para dar cuenta de las barritas y los dátiles del día, y ya fresco y dispuesto he retomado el camino hacia caudete.

En ese tramo no ha habido muchas incidencias, salvo que ha empezado a molestarme un tendón infernal que empieza en el empeine y sube por la espinilla, que sumado al calor (debía estar a unos 200 grados o así) ha hecho que los últimos 5 km fueran un infierno. Al entrar en caudete hay un santuario con la fuente mejor puesta del mundo, dios bendiga al que tuvo la idea. En ella había dos simpáticos ancianos que se han llevado las manos a la cabeza cuando les he dicho que quería llegar hasta Santiago…

Enseguida he llegado al albergue (este es otro de los pocos pueblos en los que no hay albergue de peregrinos y la aspciacion tiene un acuerdo con una pensión, que definitivamente les voy a sugerir que revisen, pues es un poco infame, aunque bueno, como sabiamente me dice mi hermano.. «no querías camino? Pues toma»)

Jaime me ha dado una alegría y ha venido a comer conmigo. Ha sido una comida frugal (paella de pollo y bacaladillas con patatas) pero muy bien de precio e inmejorable compañía. Un camarero se ha acercado a decirme que estaba leyendo el mismo libro que yo, lo cual me ha hecho meditar sobre mis gustos literarios, pues el individuo en cuestión era un cruce entre Rosendo y el tipo nervioso del programa de Pablo motos.

La verdad es que me he resentido de la etapa de hoy, y tengo el pie derecho hecho polvo, todo el día cojeando y con bastante dolor. He seguido los sabios consejos de Jaime y me he puesto una pomada que la de la farmacia me ha asegurado es tan efectiva como el bálsamo de fierabras, y me ha aliviado bastante. También le he hecho caso y he ido a la piscina municipal a pasar la tarde rodeado de veinteaneras locales en biquini enseñando sus carnes prietas manchegas, que junto con los baños de agua fresca han dado solaz a mi cuerpo y espíritu. Menos mal que Jaime es aun mas previsor que yo y llevaba crema solar.. Aunque una vocecilla no ha dejado de repetirme.. «a ver si ahora coges unos hongos y no puedes seguir, o me quemo, o cojo una otitis, o mañana reaccionan los restos de cloro con el autan y el protector solar y me abraso por combustión espontánea…» pero no, ha sido la idea del día, me ha sentado fenomenal.

En cuanto a los lugareños, estos llevan una vida apacible y tranquila igual que en cualquier pueblo de los de Alicante, pero sustituyendo el «Che, com va» por un sonido primitivo tipo «ieeeee!». Estando sentado en una terraza mientras me daba friegas con el bálsamo, un paisano le ha dicho (gritado) a otro «ieeeee! Palico!!» que me ha dejado perplejo. Supongo que seria un apodo, lo cual no deja de ser gracioso sobre todo porque el tal palico debía pesar como 10 arrobas castellanas.

En fin, me estoy cociendo en la habitación de la pensión que se supone era mas fresca (al menos la cena ha sido buena, una carrillera en salsa muy buena), dandome la ultima friega en el pie derecho y tomando un antiinflamatorio a ver si mañana hay suerte y no me duele, porque si no va a ser un infierno…

Mañana: asalto a Montealegre del Castillo

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